Una escultura instalada en el Cementerio Santo Cristo de Priego de Córdoba e inaugurada el 28 de noviembre
En un emotivo acto que se llevó a cabo el Jueves 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes a las 17:30 horas en el Cementerio de Priego Santo Cristo, se inauguró la escultura conmemorativa «Recuerdo a los Bebés No Nacidos». Este evento, contó con la presencia de numerosos asistentes para honrar la memoria de los bebés que no llegaron a nacer, brindando un espacio de consuelo y reflexión para las familias que han experimentado esta pérdida.
Durante el evento, el Alcalde de Priego de Córdoba, Juan Ramón Valdivia, tomó la palabra para expresar su compromiso inquebrantable con la «Lucha por la Vida». Este compromiso, tanto personal como gubernamental, busca abogar por la vida en todas sus formas, siendo un llamado a la sensibilidad y apoyo a las familias que han enfrentado la pérdida prenatal. Valdivia, visiblemente emocionado y comprometido, destacó que el Ayuntamiento de Priego se enorgullece de ser el primero en proporcionar un espacio para que las familias encuentren amparo en su dolor. Con la inauguración de esta escultura, se marca un hito en la visibilidad y el reconocimiento de la pérdida prenatal en la comunidad.
Por su parte, Vanesa Aguilera, Presidenta de la Asociación Matrioskas de Priego de Córdoba, quien reconoció el apoyo del Ayuntamiento y del Alcalde Juan Ramón Valdivia por dar visibilidad al duelo que sufren estas familias. Angel Cristo, sacerdote de la parroquia de Priego, también se sumó a la iniciativa, destacando la importancia de hacer públicos estos duros acontecimientos y recordando que para los creyentes que estos niños son «ángeles de Dios».
La escultora Ana Heras, responsable de la obra, subrayó la gran responsabilidad que implicó representar las fracturas y el dolor que queda en la tierra cuando se pierde a un hijo antes de nacer. Laura Prados, vocal de Córdoba de la asociación Matrioskas, agradeció a todas las personas involucradas en este importante proyecto, resaltando que este es el primer espacio dedicado a los bebés no nacidos.
Este acto inaugural representa un paso significativo en la concienciación sobre la pérdida prenatal y proporciona un espacio de apoyo tangible para las familias afectadas. La escultura, erigida en el cementerio, se erige como un símbolo conmemorativo, recordando que cada vida, aunque breve, tiene un valor inmenso.