Naturaleza en Priego de Córdoba
En la Subbética Cordobesa, situada en el S.E. de la provincia de Córdoba, con una extensión de 159.190 Ha. y unos 113.000 habitantes distribuidos en 14 municipios, existe un espacio natural comprendido entre las sierras de Cabra, de Rute y de Horconera, de gran riqueza ecológica y paisajística, declarado por la Junta de Andalucía, a través de la Agencia de Medio Ambiente, PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS SUBBÉTICAS DE CÓRDOBA, con una superficie de 31.568 Ha., distribuidas de forma irregular entre ocho municipios: Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Iznájar, Luque, Priego, Rute y Zuheros.
En nuestra visita atravesamos sierras de gran importancia geológica, con flora y fauna propias, de paisajes contrastados y bellos. Destaca principalmente la Sierra de Horconera, en la que destacan el pico Bermejo (1.476 m.) y la cima más elevada de la provincia de Córdoba en el pico de la Tiñosa (1.570 m.), formando un impresionante macizo calizo.
Profundos valles, empinadas crestas y cortados casi verticales se disponen irregularmente, formando un quebrado paisaje que la nieve suele cubrir ocasionalmente.
El plegamiento alpino y la posterior acción de los agentes geológicos externos fueron los responsables de esta espléndida variedad que es la Sierra de Priego, verdadero corazón natural de las Subbéticas.
De norte a sur encontramos la zona de huertas de los arroyos Zagrilla y Salado, a la que se accede por el paso de las Angosturas, verdadera puerta natural. Si remontamos el cauce de estos arroyos atravesamos los límites de la zona declarada parque natural y nos acercamos a las primeras estribaciones de la Sierra de Horconera, donde nacen éstos y otros numerosos cursos fluviales, como los de las Tijeras y Genilla. Los sotos de estos cursos fluviales presentan una gran riqueza florística, al entremezclarse álamos negros y blancos, sauces, olmos, fresnos, tarajes y rosales silvestres, y formar una especie de serpiente multicolor que alcanza su mayor belleza durante los meses del otoño, cuando las hojas, antes de caerse, adquieren toda la gama de colores que van desde el verde al amarillo.
La vegetación de la sierra es su más interesante atractivo. Los casi mil metros de desnivel condicionan la distribución de las distintas especies, y es a partir de los 1.200 metros cuando comienzan a implantarse especies de alto valor botánico. El encinar de las lomas iniciales deja paso a una serie de plantas rupícolas, en que las espinas suelen estar siempre presentes. Este es el caso del matorral almohadillado conocido como cojín de monja y asiento del pastor. Los endemismos del parque natural suelen concentrarse en esta sierra, y los hay de ámbito bético e iberoáfricano. En algunas pequeñas vaguadas se pueden contemplar romerales y tomillares de gran atractivo durante su floración, caracterizados por su agradable olor.
Entre las especies que componen la fauna de la sierra destaca la inconfundible silueta del águila real, dueña y señora de estos quebrados donde incansablemente busca su alimento. En uno de los cortados más escarpados nidifica todos los años una pareja de esta singular ave de presa a la que suele acompañar el halcón peregrino y el buitre leonado, que mantiene en esta parte de las Subbéticas varias parejas reproductoras.
Antiguamente las sierras de Priego estaban habitadas por osos, lobos y otros grandes mamíferos, como queda reflejado en el Libro de la Montería, de Alfonso XI.
Fuera ya de los límites del parque se encuentra una sierra no menos interesante, como es la de Albayate, con picos de más de 1.200 metros y una interesante cubierta vegetal formada por encinas, quejigos, cornicabras, acebuches, lentisco, labiérnago, madreselva, enebros, etc
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