Cerca de 50 alumnos de las barriadas de la Atarazana, 28 de Febrero y Ángel Carrillo en Priego de Córdoba participan en los talleres municipales de refuerzo escolar, habilidades sociales, ocio y tiempo libre que ha puesto en marcha este año, como novedad, la Delegación de Bienestar Social del Ayuntamiento de Priego de Córdoba, a través del programa Ciudades ante las Drogas, con la colaboración de la Delegación de Juventud y el IES Álvarez Cubero.
Cerca de 50 alumnos de las barriadas de la Atarazana, 28 de Febrero y Ángel Carrillo en Priego de Córdoba participan en los talleres municipales de refuerzo escolar, habilidades sociales, ocio y tiempo libre que ha puesto en marcha este año, como novedad, la Delegación de Bienestar Social del Ayuntamiento de Priego de Córdoba, a través del programa Ciudades ante las Drogas, con la colaboración de la Delegación de Juventud y el IES Álvarez Cubero.
“Se trata de un proyecto nuevo de carácter preventivo con menores en dificultad sociales y necesidades educativas en estos barrios, a los que se les ofrece un recurso alternativo a la formación reglada por las tardes”, ha reseñado la presidenta de este área municipal, María del Carmen Pacheco.
El programa está dirigido a la población infantil-juvenil con la que se han formado dos grupos por edades, de 8 a 11 años y de 12 a 16 años, y a los que se les ha aplicado una metodología dinámica y participativa. “La mayor parte de los menores con los que se interviene forman parte de familias usuarias de Servicios Sociales u objeto de algún programa social específico, aunque dado su carácter integrador han participado otros alumnos de centros de Educación Primaria y Secundaria de la localidad”, ha explicado la concejala.
Al mismo tiempo, cabe destacar la buena acogida que han tenido los talleres por parte del alumnado y “la labor de captación y de trabajo con los menores por parte de las educadoras sociales y técnicas municipales”, ha matizado Pacheco.
OBJETIVOS
Entre los objetivos generales se encuentran ofrecer un servicio de apoyo educativo a familias con escasos recursos económicos, instaurar en los menores y jóvenes habilidades en su personalidad para fomentar la resistencia a las drogas y organizar actividades de ocio y tiempo libre que les permitan disfrutar de un ocio saludable alternativo al consumo de drogas.
En cuanto a los fines más específicos: fomentar el hábito de estudio, utilizar herramientas de comunicación, aprender a enfrentarse ante la crítica, aumentar la autoestima, promover estilos de vida saludable, entre otros.